Descripción
La
moderna teoría social ha introducido la noción de “sociedad compleja”. Esto
quiere decir que la sociedad no es un objeto, más bien es comunicación absoluta
y sólo es posible acercarse a ella mediante una serie de distinciones. Se ha
generado un fuerte impacto en los paradigmas tradicionales acerca de concebir y
hacer investigación social. Las observaciones no pueden sustentarse en
observadores neutros, sino que dependen de su punto de vista y de su contexto.
El concebir a la investigación social como una observación de segundo orden,
supone que los observadores distinguen y captan las diferencias, los “puntos
ciegos”, los cuales mientras observen no son observables. La observación de
segundo orden constituye el esfuerzo por observar aquello que el observador no
puede ver, consiste en observar la observación del otro. Se acompaña de la
probabilidad de observarlo que el observador no puede observar. El objetivo de
las nuevas ciencias sociales es pasar de una investigación tradicional
orientada a “sujetos” a otra que pone el acento en observar a observadores que
en su operar construyen los mundos en que se desenvuelven. La pregunta que
debemos hacernos es cómo observar las observaciones mediante las cuales otros
distinguen, organizan, valoran y dan sentido al ambiente cotidiano. La
respuesta nos acerca a técnicas, enfoques teóricos y métodos que enfatizan las
dimensiones cognitivas y semióticas de la cultura, que se engarza con la
investigación cualitativa. En resumen, las técnicas de investigación social
deben concebirse como abiertas a todos los sentidos. Lo que implica la urgencia
y la posibilidad de revalorar algunos métodos de investigación tradicional para
orientarlos hacia nuevas vías, aunque queda mucho camino por recorrer para que
esto ocurra.
Durán
Ramírez, J. (2004). La nueva teoría social y la investigación cualitativa: un
paradigma renovado. Acta Universitaria, 14 (3), pp. 50-58.
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